14.3.13

¿Trabajarías gratis para conseguir experiencia?



Esta cuestión está dando vueltas por las redes sociales desde hace varios días. Es la pregunta de oro que mi generación se hace, y la que le hacen en la mayoría de los puestos de trabajo a los que opta, sobre todo la primera vez.

Es el nuevo gancho que utilizan las empresas para seducir a jóvenes y no tan jóvenes, personas que harían lo imposible para modificar la situación desesperada en la que se encuentran. En las entrevistas prometen que la experiencia ganada con ellos servirá para tener después un empleo en ese mismo lugar o en otro distinto, por lo que la mínima posibilidad de aferrarse a un clavo ardiendo hace que la gente caiga como chinches en esa argucia. Después, descubren que las cosas no son así, que ganas experiencia... pero oye, si trabajabas gratis antes ¿con qué cara pides ahora que te paguen? Entonces te despiden y “contratan” a otro primo como tú, que bajo la lejana posibilidad de que le den un empleo, aunque sea temporal, cae en la misma trampa.

Así es como las empresas, aprovechándose de que la mayoría de desempleados daría lo que fuera por trabajar o por dejar de estar en su casa mano sobre mano (siendo esta última mejor alternativa a la explotación laboral, pienso yo, y mucho más digna que la primera opción), consiguen cadenas de trabajadores gratuitos por la cara. Hasta que no han engañado a un trabajador de forma insostenible no lo despiden, y entonces contratan a otro para que haga el mismo trabajo sin tener que pagarle un duro.

Para colmo de maldad, este tipo de prácticas fomentan la competitividad entre personas que padecen las mismas situaciones injustas (¿síndrome de Estocolmo, tal vez?). A saber, un individuo sin empleo puede preferir “trabajar gratis” bajo una promesa de futuro -por muy improbable que ésta sea- a quedarse en casa, consiguiendo además que increpe a otros en su misma situación para que hagan lo mismo. Al fin y al cabo “él por lo menos hace algo”, una frase que por su crueldad y capacidad coercitiva, debería estar penada. A esto lleva la impotencia del ser humano, a crear carne fresca para las empresas debido a que saben cómo fomentar el egoísmo entre los trabajadores, competitividad que además genera en las personas sentimientos depresivos, de culpabilidad y una baja autoestima, a pesar de ser profesionales valiosos y respetables por los que las empresas tendrían que estar matándose.

El problema es que la élite actual no llega a donde está por su calidad humana, por su buen hacer y por la justicia que impregna sus decisiones, sino que está donde está a base de pegar patadas hacia abajo, codazos hacia los lados y lamer culos hacia arriba. Es decir, que tenemos a un perfecto grupo de psicópatas manejando los hilos de este mundo y fomentando que se trate a las personas como meras herramientas dentro de la maquinaria que ellos desean mantener. Y se nos olvida que nosotros somos más y que queremos otra cosa, que no tenemos por qué someternos dócilmente a las decisiones que ellos toman sin consultarnos.

Volviendo al tema en cuestión: si cuando nos preguntasen si queremos tener experiencia trabajando gratis, todos respondiéramos con un claro NO, las empresas se verían obligadas a dejar de realizar estas prácticas abusivas. Eso sería tener conciencia de clase, ser solidario no sólo contigo -que no te van a pagar, no están reconociendo la importancia de tu trabajo, te recuerdo- si no también con esas personas que necesitan dinero urgentemente y que lo último que necesitan es que se rían en su cara de una forma tan cruel (que luego nos llevamos todos las manos a la cabeza cuando hay suicidios... a ver qué parte de responsabilidad tenemos cada uno en ello...).

Hay empresas que te pagan la formación, que te pagan el período de prueba y, por supuesto, que te pagan cuando entras a formar parte de la plantilla. Ese es el tipo de empresas por el que deberíamos apostar.

Lo otro, es continuar siendo el perro apaleado que la clase trabajadora siempre ha sido. 
¿Os imagináis que cuando el amo le pegase una hostia a su perro, no sólo no reaccionase de forma defensiva, sino que además le diera las gracias por la “experiencia recibida”? Pues esa es la metáfora que ilustra perfectamente a todas esas personas que se rinden ante el caramelo inexistente que le prometen las empresas.

Tenemos que recordar que podemos morder, que podemos exigir unos derechos que nos pertenecen pero que no nos van a dar... gratis.

Alguien comentó acertadamente que el retroceso en derechos laborales a día de hoy es abismal, porque antes las condiciones de trabajo eran tan pésimas como las de ahora, pero aunque te pagaban una miseria, al menos te pagaban. Esta lucha va a traer cola, pero no olvidemos que con voluntad y acción, somos nosotros quienes tenemos la sartén por el mango y quienes podemos freírlos vivos cuando queramos... y cuando sepamos que somos capaces de hacerlo.

Trabajar gratis por experiencia es la nueva esclavitud del siglo XXI.
Todo lo demás son eufemismos que pretenden hacernos olvidar que aquí hay unos explotadores y unos explotados.


4 comentarios:

  1. He conocido gente trabajando prácticamente gratis (les daban 50€ al mes para "dieta y transporte" por 6 horas al día) orgullosísima de ello porque les estaban formando. Lo veían como una gran oportunidad e incluso hacían horas de más tranquilamente.

    También más de uno de los que tú comentas de los de "yo por lo menos hago algo" (también usan mucho frases como "aquí nadie regala nada", "para conseguir algo mejor te lo tienes que currar antes" etc. Creo que eso es una especie de mecanismo de defensa porque algo en su interior les alerta de que están siendo estafados.

    El problema a fin de cuentas es que mucha gente ve estas prácticas como algo normal, normal que no te paguen hasta que no aprendas (aunque al segundo día ya estés haciendo trabajo normal), normal que con la crisis, las "pobres empresas" no puedan permitirse el lujo de pagarte cuando ya te hacen el enorme favor de formarte etc.

    Es decir, se suponía que trabajar era un modo de ganarse la vida, no un modo de vida en sí; no una finalidad de la vida. Mientras esa mentalidad no cambie de una vez, las cosas no van a hacerlo.

    Un abrazo!

    PD: He estado a punto de darle al botón de "enviar sicario", porque más de uno ahí fuera se lo merece.

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  2. Es el gobierno el que debería prohibir esas prácticas. El trabajo sin remunerar es un delito, se llama esclavitud.

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  3. Desde el sindicalismo serio y sensato ya se viene diciendo: ¡no a las prácticas! Lo único que son es una forma de conseguir esclavos jóvenes y baratos (gratuitos).

    Desde la legitimación que da que todo trabajo al capitalismo debe ser remunerado, el precario en prácticas tiene en sus manos la protesta, el sabotaje y hasta el "pago en especie" si se tercia.

    Han subido la edad legal de estos contratos de los 23 a los 31 años con las últimas reformas laborales, y se rumorea que la subirán de nuevo a los 35 para lograr una perpetua precarización.

    Salud.

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  4. Pues yo tengo dos trabajos de medio tiempo, en uno me pagan y en el otro no, yo acepte trabajar gratis por que hace tres años egrese de la universidad y nadie me daba una oportunidad por no tener experiencia, claro que tengo que comer, así que trabajo en el turno de la noche de una tienda de 24 horas, era eso o haber nacido en una familia rica con infinidad de contactos empresariales. Ya trabaje de mesera, demostradora en supermercados, limpiando zapatos, en muchas fabricas etc...por lo menos me dan el sueño de conseguir una oportunidad para lo que estudie.

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