25.3.16

La musa era otra


¿Te acuerdas de aquel poema que escribí
que te gustó tanto?
Aquel sobre besos encontrados,
cargado de canciones y nostalgias,
que te hacía, al leerlo, sonreír?
Sí, cómo olvidarlo.
Pues nunca lo escribí pensando en ti.



14.3.16

Tragicósmico




En el corazón tengo un agujero
y si te sientas cerca
y lo miras bien
podrás ver en él
la Eternidad.

Qué oscura y qué larga
-¡pero qué larga!-
es la eternidad
que se debate dentro
entre estrellas,
explosiones
y silencio.



***

Ojalá me tomes
y me beses
y me abraces.

Estoy triste y agotada,
dividida en pedacitos;
y hay una garra
que se engancha a mi alma
y me da miedo por las noches
-siente sus latidos
y punzadas-,
por eso parece que siempre
va a salir ardiendo mi casa.

Pero si me tomas
y me besas
y me abrazas
conseguirás fundir al menos tres partes:
la de la risa,
la de los sueños
y la esperanza.

El resto seguirá siendo todo añicos,
todo cascos rotos de bombilla
y arenisca de ladrillo,
pero tendrás tres partes bien fundidas
(bien fundadas)
de mí misma que,
 si a ti no te sobran,
a mí me bastan.