13.9.17

En el mundo



En el mundo existen dos tipos de personas.
Las que se afanan concienzudamente en asentar la cabeza
y las que se empeñan desesperadamente en perderla.

Yo creo que soy de las últimas.





4.9.17

¿Quién se atreve a amar al Caos?


Se encuentra leyendo un libro que la ayude a configurar su realidad. Debe de haber perdido varios peines por la casa porque tiene todo el pelo enmarañado. Las ojeras le delatan varias noches en vela. Ajena al exterior que sucede tras la ventana acierta a dar sorbos de té frío en tardes veraniegas que ya empiezan a desprender aroma a otoño. Suele ser olvidadiza y deja de vez en cuando las luces de la casa encendidas, pero por fortuna la factura de la luz apenas sube porque el resto de sus días transcurren en absoluta oscuridad. Ha terminado haciendo todo lo que dijo un día que no iba a hacer. Es experta en ponerse sus propias trampas, como si al decir “yo nunca” estuviera ya prediseñando y delimitando la próxima fatalidad a acontecer. Qué galimatías de contradicciones en tan poco espacio. Por la noche sueña con enredaderas y con gatos que le transmiten mensajes que por la mañana nunca recuerda. En la escuela nunca te enseñan con firmeza lo importantes que son las matemáticas en realidad, que una vez salgas de allí la vida se tornará en sumas, restas, multiplicaciones y divisiones. Sumarás conflictos, restarás amigos, multiplicarás experiencias y dividirás tus ganancias. Sumarás decepciones, restarás ilusiones, multiplicarás caricias y dividirás tinieblas. Sumarás besos, restarás problemas, multiplicarás misterios y dividirás penas. No; nunca nadie te prepara para las matemáticas fuera de la escuela. Y después de estudiar tanta Lógica y tanta Ética descubrirás que no servirá para nada porque la vida es irracional y lo ético un acuerdo social y, por lo tanto, subjetivo. Y quién eres tú para decirme lo que debo sentir. Los ensayos ficticios no valen en una existencia que viene siempre sin garantías. Y qué decir si ella, mirando por la ventana con su té frío en la mano, sabe todo ésto. Ahora que está concentrada mirando el infinito, prueba. Si te acercas con cautela verás cómo su mente burbujea y suena igual que las tormentas de Júpiter o Saturno. Si te acercas con cuidado y ella no se percata podrás ver que en su corazón hay un vórtice que gira sin parar, vórtice que en algún momento dejó olvidado dentro algún dios del Caos.