10.10.18

Deporte, economía y otros asuntos “masculinos”




No son pocas las conversaciones que he mantenido a lo largo de mi vida acerca de la invisibilización de las mujeres en cualquier sector considerado tradicionalmente como “masculino”, mientras que por otro lado los lugares considerados patriarcalmente como femeninos son relegados al ostracismo social e histórico. Sin embargo, no voy a profundizar en ello, pues gracias a los avances del feminismo esta realidad es un fenómeno ya analizado pormenorizadamente por miles de autoras; fenómeno que, a pesar de ello, no ha desaparecido.

Me gustaría adentrarme en aquello que rodea a las publicaciones destinadas a un público masculino, el entorno que contextualiza esas noticias deportivas desprovistas de mujeres o con tratamientos machistas. Y como digo deportivas, digo de economía, moda, cultura, estilo... destinadas principalmente al género masculino (preferentemente heterosexual). Publicaciones que, no contentas con obviar deliberadamente en aquellas informaciones que se consideran relevantes a la mitad de la humanidad, no tienen problema sin embargo para utilizar el utilizar el cuerpo femenino como reclamo necesario y atractivo inseparable de su línea editorial. Publicaciones como Marca, AS, El Economista... disponen de webs de “ocio” donde los titulares sensacionalistas y las galerías de fotografías de contenido pseudopornográfico se entrecruzan sin ningún tipo de problema.

Cuando comencé a escribir esto, ya había hecho un investigación previa sobre artículos que hablasen de esta situación concretamente. Me quedé sorprendida al comprobar que apenas existen, lo que me lleva a la conclusión de que es una realidad tan normalizada que ni siquiera hay muchas líneas de tinta al respecto (sí en publicaciones más amplias, aunque por lo general lo que analizan es el uso del cuerpo femenino en la publicidad especialmente).

Ese tipo de publicaciones donde capitalismo y patriarcado se dan la mano, que no tienen ningún tipo de pudor a la hora de ganar clics a base de hacer de las mujeres un producto de consumo más, tienen que generar gran parte de los ingresos que ingresan esas empresas, porque de otro modo no tendrían sentido. Y todo esto, por supuesto, con la complicidad de miles de hombres que, cegados por sus privilegios, no tienen ningún reparo en acceder a esos contenidos. Como niños atraídos por caramelos en una tienda, ni se lo piensan a la hora de seguir manteniendo la ideología machista en publicaciones destacadas y cada día más millonarias porque entienden que, efectivamente, han acertado con su público de zombies. Al más leve atisbo de ¡TETAS! incluso mezcladas entre sesudos análisis de economía, ya les hacen virar sin mayor problema de una publicación a otra. Algunas de ellas que incluso deberían ponernos en alerta. En “Los 40”, publicación de contenidos musicales (y otras “cosas”) tienen titulares como “La pequeña bailarina de Sia ya no es tan pequeña” donde sexualizan a una niña de ¡16 años! Muchos de esos hombres que se escandalizan y horrorizan con casos de pederastia, abuso sexual o violaciones, no tienen problema alguno en acceder a contenidos que ¡oh, sorpresa! alimentan esa misma lógica.

Sé que es complicado, pero llevo llamando al boicot de ese tipo de publicaciones desde hace años. Si necesitan enseñarte las tetas de Kim Kardashian o sexualizar actitudes patológicas, no se deberían apoyar esas publicaciones. El deporte, la economia, la música, la moda... no tienen género ¿por qué se empeñan en dejar fuera a la mitad de la humanidad salvo para denigrarlo sin problema alguno? ¿Y no se sostienen tan bien por sí mismos que sería innecesario usar el cuerpo femenino como reclamo?Y hablo de género, y no de orientación sexual, porque como las mujeres sabemos, las mujeres lesbianas o bisexuales son infinitamente más respetuosas que las personas que han crecido bajo la masculinidad tóxica.

No hay nada inocente en entrar en publicaciones que alimentan un patriarcado que nos utiliza, mata y humilla cada día.