Yo, como tantos otros antes que yo,
bajé al infierno
-se ha puesto muy de moda bajar al infierno
en hora punta-.
Renací como Afrodita nace,
completamente desnuda,
y calmé la sed de mis labios
con espuma.
Encontré al señor del bosque
que me dio a probar de su jardín
los cítricos –o de su huerto,
serían de su huerto, ya que el jardín
resplandecía en su mirada-.
Hablamos del tiempo y las historias por venir
y a mí me crecieron alas.
Supe que las heridas en la piel pueden hacerse
dos veces
en el mismo sitio
y que esta semana Morfeo me abraza más suavemente
cuando duermo.
Ahora hacia el infierno
subo y bajo cuando quiero,
me concedieron el premio al desconcierto
y una parcela ilegal,
lo hicieron todo tan mal conmigo
que cuando vino la poli a desahuciarme
no tuve más remedio que okupar.
Hola! me gustó tu blog y escrito! te felicito !! muy bueno :)
ResponderEliminarsaludos desde http://buscandotelibro.blogspot.com.ar/
Nos leemos!!
Hola, muchas gracias por dejar tu comentario. Echaré un vistazo a tu blog. Encantada de leerte. ¡Saludos!
Eliminar