23.3.14

Un punto y coma se utiliza cuando el autor podría terminar la oración; pero decide no hacerlo.

Fíjate bien, eres un imbécil;
eres un imbécil cuando me hablas con miedo,
como si no pudiese soportar tu realidad
cuando veo trescientas a diario,
a cada cual más terrible.

He de confesar que a veces no te soporto;
no te soporto cuando estás triste,
y veo que no te puedo sostener con las manos
cuando observo cómo te vas ahogando lentamente.
El sonido ronco en tu voz
que me habla de la fragilidad de tu alma.

Y es que hay veces que te odio;
te odio cuando piensas que no puedes contar conmigo,
que no puedes ser sincero para mostrarme tus peores defectos,
tus mayores errores y desgraciadas pesquisas.
Bajaría a todos los infiernos posibles
si pudiera librarte de la oscuridad que a veces te arrastra
y te impide mostrarte tal y como eres.

Tengo que decirte que te quiero;
te quiero como sólo puede querer una gata a un compañero,
a pesar de que a veces seas un hombre insoportablemente imbécil
al que odio de forma intermitente,
porque no entiendo un amor de cualquier tipo que no sea para siempre.
Te quiero lo suficiente para que mi corazón sea como la luz de una estrella muerta
y que cuando esté presente mi ausencia, él siga brillando por ti.


1 comentario: