30.9.13

La hija del espantapájaros

A veces preferiría
que tu amor se expresara con caricias
en lugar de hacerlo con rayos y truenos.

A veces preferiría
que por mi cumpleaños, en lugar de un vestido,
me regalaras un beso.

A veces preferiría
que me escuchases, tan sólo por un momento,
y no volvieras contra mí mis propias palabras.

A veces preferiría
que tus gritos no cortasen mis silencios,
y mis silencios no se convirtieran en lágrimas.

A veces preferiría
mirarme en el espejo de tus ojos
y no ser en tu mundo un motivo más de decepción.

A veces preferiría
que el torrente de tu voz fuera por una vez amable
en lugar de hosco, imperativo y destructor.

A veces preferiría...
que a veces no fuera siempre,
y que a veces, siempre, fuera nunca.




3 comentarios:

  1. A veces todo lo que pides está ahí pero a fuerza de pedirlo no sabes encontrarlo, hay regalos que ruguen en el pecho pero toda una vida impiden que vean la luz, sólo hay que estar atenta para cogerlos y aprehenderlos para siempre, para no echarlos de menos cuando no seas capaz de encontrarlos.

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  2. Ufff... Buenísimo. Uno de los mejores poemas que he leído (y no es por hacerte la pelota). En serio, Luzmarina, me ha encantado.

    A ver cuando nos regalas una visita por aquí, que la terraza ya está terminada. :-)

    Cuídate.

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    1. ¿Tú crees? A mí me parece flojillo, más un poema-terapia que otra cosa, me gustan los poemas menos sencillos por lo general y éste tiene una estructura demasiado clara. De todos modos me alegro de que te haya gustado, la verdad es que siempre ando un poco a ciegas con lo que gusta a mis lectores y para eso están los comentarios, ¡para opinar! :P

      Están las cosas un poco difíciles últimamente, pero tengo ganas de haceros una visita; en cuanto pueda, subo, prometido :)

      Besines, cuidáos mucho.

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