11.12.14

Tiempos inmóviles

Fijáos a vuestro alrededor... ¿vosotros diríais que ésto es progreso? Poco a poco van marcando el paso los hombres grises, las manos invisibles, los señores del oligopolio; encorsetando aspiraciones, metas y sueños. El conejo de Alicia se escapa a medida que avanza la deforestación. Silencian nuestras lenguas y procuran vendar nuestros ojos con cánticos de sirena. Adáptate o quítate de en medio, no ves que entorpeces la escala hacia un mundo plano y decolorido donde la cafeína no despierta demasiado y el alcohol no puede desatar pasiones que no están ahí. Súmate al carro, suma basura, suma desencanto. El desgaste, la guerra cotidiana es para los locos; tengo aquí un sistema en el que, si renuncias a todo lo que eres, encajarás perfectamente y se te permitirá vivir. Sé valiente, transfórmate en esclavo.

El consuelo para los díscolos sólo lo encontramos mirándonos a los ojos unos a otros. Lo que resta es tiranía sin medias tintas, sin lugar para la objeción, la cuestión, la certidumbre de que hay algo mejor que no nos quieren dejar alcanzar.

Y mientras los tiempos en apariencia inmóviles se estancan en los corazones de muchos, unos pocos tendremos que optar por seguir agitando conciencias.

Sea, pues, el pensamiento el último acto de rebeldía.

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