Dónde vas,
con sonrisa encendida entre tus labios
media luna
y sabor a cigarrillo casual.
Sabes bien
que las noches me perturban
me seducen y me anudan
a la cama de cualquier animal.
Era todo un descontrol,
provocado por los faros de tu coche
entre la niebla
y el alcohol.
Vas a ver
que cien besos matan antes que el
champán,
es la ciencia savoir faire.
Mis tacones te persiguen por las sombras, como agujas
poseídas tras el humo del jas.
Fóllame,
son mis bragas, tu antifaz sobre la
mesa,
entre vodka y alquitrán.
Un zigzag:
mil sonrisas de alquiler,
residencia entre mis piernas sin final.
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